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miércoles, 21 de enero de 2009

BARACK OBAMA ASUMIO LA PRESIDENCIA ANTE MAS DE DOS MILLONES DE PERSONAS

Barack Obama se convirtió ayer en el presidente número 44 de la historia de Estados Unidos al jurar el cargo en el Capitolio de Washington ante una enorme multitud de personas. Obama juró lealtad a la Constitución con la mano izquierda sobre la misma Biblia que usó Abraham Lincoln en 1861, que sostenía su esposa Michelle. Con la palma derecha levantada, repitió el juramento que le leyó el presidente del Tribunal Supremo, John G. Roberts. La investidura fue presenciada por cerca de dos millones de persona congregadas en el National Mall, la enorme explanada de más de tres kilómetros de longitud que se extiende desde la fachada oeste del Capitolio hasta el monumento a Lincoln. En cuanto Obama terminó el juramento, Roberts le estrechó la mano y pronunció un simbólico: "felicidades, señor presidente". La multitud estalló en júbilo gritando, agitando banderas y arrojando objetos al aire mientras sonaban salvas en honor del nuevo hombre más poderoso del mundo.

La jura del demócrata, de 47 años, marca el punto más alto de los sueños y esperanzas de varias generaciones de afroamericanos que sufrieron la esclavitud y posteriormente las políticas de segregación racial que los convirtieron en ciudadanos de segunda clase. El nuevo mandatario asume además en un momento de gran ansiedad entre los estadounidenses, que han visto cómo desaparecieron miles de trabajos en los últimos meses, lo que los dejó temerosos de que un colapso económico convierta a la crisis en una catástrofe. Por todo esto, la "Obama-manía" está viva en las calles de Washington. El frío viento invernal no consiguió reducir el entusiasmo de las millones de personas que se dirigieron a la capital de Estados Unidos para presenciar la pompa y ceremonia, y deleitarse con los festejos que rodean la asunción. Miles de efectivos de seguridad fueron apostados en el lugar para mantener el orden y están alertas en caso de ataques. Gran parte del centro de la ciudad fue bloqueado con barricadas y cerrado al tráfico vehicular. En los últimos días, el ex senador enfatizó que sus ciudadanos deberían esperar tiempos económicos aún más sombríos y que su plan para revivir la golpeada economía tardará un tiempo en funcionar. Pese a sus advertencias, los vientos favorables continúan soplando para él: un promedio extraído de sondeos recientes mostró que un excepcional 73 % de los estadounidenses tiene una buena imagen del nuevo presidente.En contraste, Bush abandona el cargo con una popularidad tambaleante en las encuestas, como consecuencia de las guerras en Irak y Afganistán y los problemas económicos que atraviesa la nación, los peores desde la Gran Depresión de 1930. Obama pasó la mañana con él antes de la asunción. Según las fuentes, ambos se han llevado bien desde la victoria del demócrata e, incluso, el mandatario saliente habla muy afectuosamente de su sucesor. (Reuters-DPA)

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