Google

viernes, 25 de abril de 2008

MODELO ANGIE JIBAJA EN PRISION EFECTIVA POR DOS ANOS!!

La polémica modelo Angie Jibaja fue condenada a 2 años de prisión efectiva por agredir, lanzándole un vaso en el rostro, a Vanessa La Torre en febrero del 2006 dentro de una discoteca. La titular del trigésimo juzgado penal de Lima, Flor de María La Rosa, encontró culpable a Angie Jibaja por el delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de lesiones. Además, la titular dispuso que la modelo y actriz pague la suma de 3 mil soles como reparación civil a la afectada. Angie Jibaja fue trasladada por la Policía Nacional a la carceleta del Palacio de Justicia, donde permanecerá hasta que el INPE (Instituto Nacional Penitenciario) decida trasladarla al penal de mujeres en Chorrillos."En la diligencia iniciada a las 12:30 del medio día, la magistrada le informó a Jibaja que la sentencia efectiva se la imponía por mostrarse renuente a cumplir con las reglas de conducta dictadas por el despacho desde que se le abrió instrucción, lo que era de conocimiento de la modelo desde el 10 de agosto del año 2006. Pese a ello la modelo salía del país y no concurría a firmar el cuaderno mensual", informó la Corte Superior de Lima."La modelo fue citada seis veces para la lectura de sentencia y no concurrió por lo que fue declarada reo contumaz y se ordenó su captura", acotó la justicia.

Angie Jibaja pasó la noche en la carceleta del Poder Judicial. La desenfadada modelo está a la espera de su traslado al penal de mujeres de Santa Mónica por por agredir, lanzándole un vaso en el rostro, a Vanessa La Torre en febrero del 2006 dentro de una discoteca. En los exteriores del Poder Judicial estuvieron presentes amistades de la modelo, como Alex Otiniano y Margorie, amiga íntima de la Jibaja, quien fue la encargada de acercarle ropa, frazadas, refrescos, comida y algunos números telefónicos que la actriz había solicitado."No la han orientado bien, ha sido un descuido (haber faltado a las anteriores citaciones del juez) y estas son las consecuencias. Es una medida desproporcionada", explicó el abogado José Luis Hinojosa, quien aseguró que recién se ha sumado a su defensa. "Sería una pena que el fallo se deba a conductas exteriores al proceso (por los reiterados escándalos de la modelo). No se estaría haciendo justicia", agregó el abogado.Angie Jibaja sería trasladada al penal de Santa Mónica hoy. Se sabe que es la única mujer en la carceleta del Poder Judicial y según informó su abogado "se encuentra más tranquila".

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuestión de injusticia: La Jibaja y la Medina

A la Jibaja se le ha condenado por los vídeos que la Medina pasó sobre ella. Y no por otra cosa. No uno, ni dos. Muchos. Todos ellos dando cuenta, en exclusiva, de sus arrebatos y desafueros. El último vídeo, "cortesía", cuándo no, de la Medina --ese de la cocaleca--, le terminó de embarrar su ya deteriorada mediática reputación.

Si bien es cierto que lo visto sucedió en algún momento, es mucho más lo que no se ha visto; y de ese mucho, no todo es salvaje ni malogrado. Mucho de eso-bueno, se hablaría también hoy, de haberse documentado las buenas acciones de la Jibaja. Lamentablemente, lo bueno no es noticia. No vende. Al diablo con esas cojudeces.

Ahora, la tremenda jueza, basada en ese historial mediático, mediático, muy versado en lo más negro de Angie, pero a la vez muy ignorante, por desidia, de su blancura, ha determinado que dos años de carcelería efectiva, por lesiones leves y desacato a la justicia, es poco para este elemento "peligrosísimo" tanto para la sociedad como para ella misma; pero lamentablemente, diría la jueza, no se le puede dar más de lo que dicta el código penal. Qué pena.

¿A cómo el kilo de juez?

Jueza, en este caso, ¿a cómo el kilo de juez? pregunta, recurrentemente, Hildebrandt. Pues, depende. A esta jueza --por inepta, por no hacer su tarea y por prejuiciosa-- el precio de su carne debe estar más barata que la de caballo viejo. Carne barata, nomás, por ser carne de desperdicio. Esa justicia, que asquea de tanta corrupción que se la carcome viva, es la que ahora dice se hace respetar porque una niña, malcriada, rebelde y apologista de la coca, no la respeta. A la vereda tropical con ese parecer. Esa justicia, que apesta para la mayoría --pues la minoría con billete sí puede comprarla, por kilos, aunque apeste-- comprable al mejor postor, ahora quiere dar clases de probidad y severidad, cuando por otro lado, por casos muchísimo peores, deja libre a verdaderos malditos delincuentes.

Pruebas al canto. Ayer, nomás, Beto mostraba la tragedia de la que fue víctima un homosexual en Trujillo, por parte, nada menos, que de la misma policía. Y, Alva Castro, el ministro mascota de Alan, le dice a un reportero sin mucha experiencia, quien le hace una sugerencia que se cae de madura de lo elemental que es (esto es: que sean otros policías, diferentes a los amigos de estos desgraciados, que investiguen a esos malditos, perpetradores de crímenes de odio, gratuitos), le dice, que “qué buen idea, voy a proponérsela al jefe de la policía”. Tremendo tarado este Alva Castro.

Y mientras tanto, estos policías hijos del carajo se salen con la suya; y con la cómplice anuencia de la justicia, ahora se encuentran lejos de ese su legendario brazo largo, que siempre resulta siendo corto para los más débiles.

¿Y ese otro caso? ¿Ese de atropello con muertes incluídas? ¿Dónde está el borracho criminal del volante? No se sabe. El juez lo soltó, mientras los deudos enterraban a sus muertos. Muertos.

Hay muchos más y peores casos; los menciondos son sólo un botón. Uno, fresquecito, y el otro, de nunca acabar.

El caso de la Medina

La Medina, al enterarse del encarcelamiento de la Jibaja, pontificó como buena sobre la mala vida de la Jibaja y, cómo, la falta de control del temperamento agresivo de Angie la habían hecho terminar, miren, en la cárcel. La Medina solita se distanciaba por kilómetros de "gente como la Jibaja". Claro, la empírica periodista no lleva esa clase de vida; su vida es metódica, de su casa al trabajo y del trabajo a su casa; nada de juergas, ni de caerle a puños a nadie, ni de excesos alcohólicos ni de otras sustancias; por lo menos, en público.

Sin embargo, si bien en Angie se le condena por su agresión física, la Medina se caracteriza por su permanente e institucionalizada viperina agresión. Insultos por toneladas, difamación más que agravada, denigración de toda mujer cuyo destino la hizo meterse a vedette. Y todas estas fechorías alumbradas por la generosa, sorda, ciega y muda, luz verde del ANDA.

¿Por qué, entonces, pregunto, no se le hace un reportaje a Magaly y se le condensa, en treinta minutos, todo el salvajismo que su boca es capaz de proferir? Así, la jueza que ahora la procesa por el asunto "Paolo Guerrero", tendrá también valiosos elementos de juicio para "sacar sus propias conclusiones", pues “las imágenes no mienten” (pero callan lo que no muestran). La vara que se le aplica a la Jibaja, que se la apliquen también a la Medina. Lo que es igual no es trampa. Y la jueza podría hasta mandar encanar a la Medina también a sus dos añitos de cárcel efectiva, efectiva, por la alta peligrosidad de su dañina lengua para la sociedad.

Pero, para mala suerte de Angie, ella no tiene como abogado a alguien del estudio Nakazaki-Souza-Fujimori, que se pudre en plata, para defenderla como se debe. Ni tiene tampoco guardaespaldas de terno y corbata y con caras de perro que tiren golpe por ella. Es por esa razón, y no por otra, que la Jibaja está ahora donde está: Por su precariedad, por su orfandad, por su impotencia; y no por su mal llamada conducta descarriada ni por ser una cuestión de justicia. Todo lo contrario. está donde está, más bien por una cuestión de infamante injusticia.