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lunes, 28 de abril de 2008

ESCALOFRIANTE: AUSTRIACO CONFIESA QUE TUVO SIETE NIÑOS CON HIJA QUE SECUESTRO POR 24 AÑOS!!



Austria, sacudida por otro terrorífico caso de secuestro y abuso sexual, el primero fue el de Natascha Kampusch hace poco mas de un año, esta vez el psicopata es el propio padre, y a diferencia de Natascha no se tratan de 8 años de cautiverio sino de largos 24 años.
Sin duda en todo el tiempo que venimos publicando noticias esta es la nota mas increíble, y atroz que nos haya tocado publicar. Justamente publico esta nota porque considero que el mundo debe informarse de este macabro hecho para que sepan hasta donde puede llegar la miseria humana, e iniciemos acciones para combatirla. Realmente es increible, por favor juzque usted mismo y deje aqui sus comentarios. El Hombre del video es Josef Fritzl de 73 años, padre de Elisabeth Fritzl, la mujer austriaca de 42 años que permaneció 24 años secuestrada en un sótano por su progenitor, quien confesó a la Policía que tuvo siete niños fruto del incesto con su propia hija. Un informe de la BBC señala que a medida que pasan las horas, se conocen más detalles del espeluznante caso, como que uno de los siete niños murió a los tres días de nacer y su padre-abuelo quemó el cadáver en un horno en el jardín de la casa, según relató Elisabeth a la policía. La mujer, que ahora tiene 42 años, estuvo cautiva desde los 18 en un zótano de 80 metros cuadrados sin luz natural situado a dos metros de la casa donde vivían su madre, Rosemarie, y un hijo legítimo que ésta tuvo con Josef. Para la opinión pública austriaca resulta incomprensible que Rosemarie y el hijo legítimo del sospechoso no se percataran de la situación. Según el diario Die Presse, la víctima explicó a la policía que su padre, que hoy tiene 73 años, abusó sexualmente de ella por primera vez cuando tenía once años y que cuando tenía 18 la llevó al sótano de la casa y la inmovilizó con esposas. Allí permaneció durante 24 años y fue violada repetidamente por su padre.El sospechoso tuvo siete niños con Elisabeth. En 1996 nacieron gemelos, de los que uno falleció a los tres días. Su padre-abuelo lo incineró en un horno en el jardín, según explicó la aturdida madre a los agentes.Tres de los hijos, de 19, 18 y 5 años, jamás vieron la luz del día y permanecieron siempre con la madre en el escondite, sin que las autoridades sospecharan nada durante años, mientras que los otros tres hacían una vida que los vecinos y compañeros de escuela consideraban normal. El abuelo y presunto padre de estos niños había extendido la versión de que la madre había abandonado la casa y se había ido con una secta religiosa, lo que apoyó con cartas que obligó a escribir a su hija para justificar esta versión.Los hechos, ocurridos en Amstetten, una localidad de 23 mil habitantes a 130 kilómetros al oeste de Viena, salieron a la luz ayer, tras descubrirse por casualidad que una de las hijas de Josef y Elisabeth, de 19 años, había sido internada en un hospital local a raíz de una enfermedad genética típica del incesto.La joven de 19 años, Kerstin, fue llevada al centro sanitario por su abuelo. Cuando los doctores quisieron ver a la madre de la muchacha, estalló el caso. Elisabeth, que fue conducida junto al resto de sus hijos y su madre al hospital, se hallaba en un estado psíquico deplorable y daba la impresión de tener 20 años más, ha relatado Franz Polzer, comandante de la policía del Estado federado de la Baja Austria, donde está Amstetten.Al escondite, una especie de segunda vivienda ventilada con aire forzado, con una pequeña cocina, una ducha, televisor y espacio para dormir, se entraba por una puerta de acero que se deslizaba por raíles y que estaba disimulada por estanterías en el sótano, y que sólo podía abrirse mediante un código electrónico, que finalmente el hombre entregó a la policía para que penetrara en su interior. En los mismos bajos, también se descubrió una habitación acolchada, posiblemente para impedir que las voces salieran al exterior en esa zona residencial de Amstetten.Según los vecinos de Josef Fritzl, este ingeniero, propietario de su propia empresa, tenía antecedentes penales y había cumplido incluso una pena de cárcel, extremo no confirmado por las autoridades.Las únicas palabras que han transcendido del sospechoso sobre los hechos son: "Deploro el caso. Mi familia me da pena".


2 comentarios:

Anónimo dijo...

El tipo tiene cara de Diablo...
que horrible..

Anónimo dijo...

esto es totalmente imposible de creer la verdad!!!